En 1996 cuando yo contaba con apenas 5 años de edad presenté algunos cambios en mi estado de salud, primero comencé a perder el apetito, por lo que el cansancio y el poco
ánimo para realizar actividades originó que mis padres me llevarán al hospital. Estando ahí me realizaron exámenes, finalmente me diagnosticaron con leucemia linfoblástica; durante 1 año y 3 meses pasé internada bajo tratamientos que me ayudaran a mejorar, pero durante ese tiempo no hubo cambios, seguía en el mismo
peso, continuaba presentando malestares y mi salud estaba como al principio.
Mis padres se encontraban desconcertados al no ver mejoría en mi persona, pero a la vez tenían fe de que podría mejorar.
Un día durante el
desayuno prendieron la televisión, y al fitoterapeuta Héctor Arturo Pérez Radilla que hablaba sobre sus tratamientos contra el cáncer, mencionando la recuperación de quienes lo habían consumido. Mis papá al ver el programa donde se presentó el investigador tomaron
la decisión de comunicarse a los teléfonos que había proporcionado en la
televisión y contactar a Ohashi.
Al día siguiente viajaron mis padres a la ciudad de Xalapa para mencionarle sobre mi caso y enseñarle mis estudios, el investigador les mencionó que habría muchas posibilidades de que me recuperaría, por lo que convencidos en el tratamiento decidieron adquirir los productos naturales.
Con el paso de los días hubo muchos cambios tanto físicos, como en mi estado de salud, tenía más apetito, había un aumento en mi peso corporal, ganas por salir a jugar y convivir con amigos. Al paso de los meses al realizarme exámenes clínicos se vio el cambio en mi salud que los médicos no podrían creer estos cambios, continúe así hasta llegar a las 9 meses en el que constaba tomar este tratamiento.
Al día siguiente viajaron mis padres a la ciudad de Xalapa para mencionarle sobre mi caso y enseñarle mis estudios, el investigador les mencionó que habría muchas posibilidades de que me recuperaría, por lo que convencidos en el tratamiento decidieron adquirir los productos naturales.
Con el paso de los días hubo muchos cambios tanto físicos, como en mi estado de salud, tenía más apetito, había un aumento en mi peso corporal, ganas por salir a jugar y convivir con amigos. Al paso de los meses al realizarme exámenes clínicos se vio el cambio en mi salud que los médicos no podrían creer estos cambios, continúe así hasta llegar a las 9 meses en el que constaba tomar este tratamiento.
Hoy en día gozo de
un excelente estado de salud, curso mi último año de estudio universitario en
el que después de 17 años de recuperación, durante este tiempo sin recaídas, por lo que doy gracias a Dios y al investigador Héctor Arturo. Doy mi testimonio para que
otras personas que estén pasando por este proceso puedan encontrar una
alternativa que les puede funcionar como a mí.
Finalmente les dejo mi correo (saris_223@hotmail.com) por cualquier duda o comentario quedo a sus órdenes.
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